SEMANA 1
(27 de abril al 3 de mayo)
BITÁCORA DE CHERIL E IV-N
VIGILIA
Ejercicio de composición estética a distancia en torno a los estados del cuerpo en cuarentena. Cheril Linett continúa la exploración escénica iniciada en la obra “#1072” (2017), forrando el interior de su vivienda actual con las sábanas impregnadas de sangre menstrual que anteriormente cubrieron el frontis de su casa natal. En paralelo, Iv-n Figueroa Taucán propone una escritura sensible, sintética y detallista que se entrecruza, en un mismo plano, con la visualidad de Cheril. Ambas poéticas se hibridan, creando una imagen a doble mirada. “Vigilia” evoca la violencia doméstica y la tradición de los velorios en casa, dos prácticas que se hacen presentes (por su incremento o prohibición) en tiempos de pandemia y encierro prolongado.
Poética Visual: Cheril Linett
Poética Escritural: Iv-n Figueroa Taucán
Registro Audiovisual: Rafael Allendes
Montaje y Foley: Andrés Valenzuela
Agradecimientos: Matías López y Dinko Covacevich
Video-performance realizada en cuarentena. Santiago de Chile, Abril 2020.
BITÁCORA DE INKA
BITÁCORA DE NICOL
Sexcena, Micropolíticas Culinarias #1. Fue una acción convocada y dirigida por mi, realizada junto a diferentes artistas de Suiza, Valparaíso y Berlin que es donde vivo actualmente. Experimentación en torno a los placeres culinarios a los que hemos podido acceder tan pecaminosamente durante toda la cuarentena, como también, la privación a los placeres carnales y sexuales a causa del aislamiento social. Los performers que colaboraron fueron: Juvenal Barría (Valparaíso), José Farías (Valparaíso), Monica Fritis (Valparaíso), Alegría de las Flores (Valparaíso), Mariela Villalón (Valparaíso). Performers sonoras: Nataly Salomé (Zürich) y Carolina Peña (Zürich).
Nicol, 10 de abril del 2020, Berlín.
BITÁCORA DE ANDRÉS
Algo así como una semana antes de la cuarentena, durante una manifestación los pacos nos dejaron este agujero en la ventana que está junto al escritorio donde me encontraba trabajando, a 50 cms. de mi cabeza. Cuando nació la propuesta de estas bitácoras de “cuerpo en aislamiento”, esa ventana fue mi primera fijación. Me preguntaba qué pasaría si el orificio fuera mi único acercamiento al mundo después de mucho tiempo de encierro?… Lo mío no son las palabras, así que saqué la cámara y me puse a grabar, dando por iniciada mi bitácora, invitando a mi compañero de vida y encierro a participar. Así que ya está decidido, mi proyecto de pandemia será un audiovisual e iré mostrando el proceso, compartiendo algunos frames o pantallazos de las diferentes imágenes que voy registrando.
Andrés, 30 de abril del 2020, Santiago.
BITÁCORA DE MARITZA
La cuarentena desató una ola de gordofobia, habito un cuerpo gordo, grueso, y me tomo años amarlo y cuidarlo, sentirme sensual y Bella en la piel que habito, la expresión fotografica de los cuerpos que no se ajustan a los cánones y estereotipos suponen una invitacion a la reflexión y Dan lugar a los cuerpos no comerciales, ayuda a otras mujeres como yo a librarse del peso de la opresión estética patriarcal.
Maritza, 29 de abril del 2020, Santiago.
Durante los últimos tres años, en más de una oportunidad sentí que mi cuerpo no me pertenecía o estaba errado. Después de un segundo aborto espontáneo y el término de una relación de muchos años, nisiquiera masturbarme o verme desnuda me parecía natural, eso me tomo tiempo para sanar. Cuando logre soltar la sensación de pertenecer a otro, a quien fuera mi amor y amante tanto tiempo, en una boragine de sexualidad desatada me compartí cada que quise con quien encendiera el deseo, pero algo ocurrió, sufrí un abuso sexual que desconfiguro todo y tuve que volver a empezar, y vino la calma. Entre muchas cosas el encierro a significado para mi re-conectar y re-conocerme en diversos aspectos y más aún en la intimidad de mi sexualidad en toda su amplitud, en quererme y desearme, y entender cuanto debo cuidar de mi, el cuerpo que hábito y me permite resistir en esta sociedad violenta en la que espero seguir luchando con otras cuerpas, tan o más violentadas, que no se ajustan, ni se adaptan y que incómodan.
Maritza, 03 de mayo del 2020, Santiago.
BITÁCORA DE VANESA
Mi momento favorito del encierro llega cuando me habito a ojos cerrados.
Cuando evoco imágenes y cuando respiro más lento que de costumbre.
Recuerdo olores, sensaciones y cosquilleos.
Pero mi recuerdo favorito es el coqueteo cómplice de las miradas que se acompañaron una noche.
Los pestañeos ondulantes, que esconden los caminos recorridos y la suavidad de las manos en una piel ajena, en el abismante silencio que acompaña a la proximidad de dos cuerpos y el intercambio de aire al estar frente a frente.
El respiro profundo y el grito ahogado y todas las concesiones hechas con insinuaciones que aún así no lograron plasmar la complejidad de tocarse.
La certeza del camino a recorrer y la corriente venidera de un buen orgasmo.
La suavidad que antecede a la violencia y el poder de un buen mordisco en la clavícula.
Porque el sexo siempre se tratará de dominación y yo soy de gustos amargos.
Evoco la calma, evoco la sutileza, evoco tu boca recorriendo mi espalda.
También llamo a tus dedos entrelazados con mi pelo y a la mano perdida que me embestirá sin dudar.
A las marcas en la piel, a la asfixia, al pecho cálido que contendrá mi ahogo y a la humedad que abrazará mi cuerpo.
Y todo eso, desatado con una mirada insinuante, con la complicidad de querer
contemplarse sin miedos.
Que la única herramienta sea la piel curiosa de sensaciones, electricidades y la calidez de otro ser recorriendo el cuerpo que hoy habito.
Vanesa Lobos, Concepción, 28 de abril del 2020.
(Un desahogo nocturno, que expresa la sensación de ahogarse en cuatro paredes y evocar a ojos cerrados)
Deja un comentario